Sinopsis
Si yo fuera este libro: no quisiera ser escrito en tiza y menos ser coleccionado por el protagonista.
Echando la vista atrás, todo comenzó el día del terrible accidente durante la feria, cuando Eddie, de doce años, conoció al Hombre de Tiza.
Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos: una manera de dejar mensajes secretos entre el grupo de amigos.
Fue divertido hasta que los dibujos condujeron al cuerpo sin vida de una niña.
Sucedió hace treinta años y Ed pensaba que todo había quedado olvidado. Sin embargo, recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco.
La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego en realidad nunca terminó...
Fue el Hombre de Tiza quien le dio la idea de los dibujos: una manera de dejar mensajes secretos entre el grupo de amigos.
Fue divertido hasta que los dibujos condujeron al cuerpo sin vida de una niña.
Sucedió hace treinta años y Ed pensaba que todo había quedado olvidado. Sin embargo, recibe una carta que contiene solo dos cosas: una tiza y el dibujo de un muñeco.
La historia se repite y Ed se da cuenta de que el juego en realidad nunca terminó...
Todos tenemos secretos.
Todos somos culpables de algo.
Y los niños no son siempre tan inocentes.
Reseña
Por fortuna, algunos libros tienen algo especial que nos acercan a ellos en las librerías, y en este caso, como en la mayoría de los autores desconocidos, es la portada.
Podríamos decir que destacaba entre otros muchos, en el expositor de este género.
Es algo sencilla, pero efectiva: ¿se trataba de un asesino que jugaba al famoso juego del ahorcado, con las víctimas? ¿Acaso eran las pistas para atraparlo?
Tras leer las sinopsis, decidí sumergirme en él, indudablemente tenía algo especial.
No solo las buenas críticas que leí, que fueron las que terminaron por animarme, sino que también estaba la necesidad o las ganas de conocer algún autor novel, que se arriesgara con un género tan en boga actualmente y por lo tanto tan difícil de manejar, con el objetivo de conseguir sorprendernos con algo nuevo. Era todo un reto.
Pues una vez leído, puedo decir una cosa: me ha sorprendido gratamente.
C.J. Tudor consigue con una trama aparentemente sencilla y una introducción misteriosa, mantener al lector atrapado, intentando dilucidar cuál será el siguiente paso, en una cadena de sucesos narrado a dos tiempos, presente y pasado.
Por un lado tenemos lo que sucedió hace 30 años, y por otro, los sucesos de la actualidad; que poco a poco se van mostrando al lector, hasta confluir en un final algo diferente a lo esperado.
Los personajes, los protagonistas de esta historia, van mostrando su vida desde el principio, la de unos niños que se encuentran inmersos en un misterioso asesinato y atrapados en varias situaciones que nos pueden parecer inconexas, aparentemente entre sí, y que provocan diversas sensaciones al lector.
Cada niño con su difícil situación, nos genera un reacción distinta; es una especie de paleta de sentidos, va desde el cariño al desagrado, lo curioso es que en su versión adulta, cuando rondan los cuarenta los vemos distintos, aunque con un carácter que indudablemente fue sembrado de niños, y que es la base de su comportamiento en ocasiones dispares.
El autor con un constante cambio entre el pasado y el presente nos empuja a esperar esos cambios, porque buscamos que exista una relación entre el pasado y el presente, y que los crímenes antiguos, sean origen de los actuales.
La narrativa es fluida; la ambientación casi perfecta; y la intriga se mantiene casi constantemente, puesto que la solución a la mayoría de los misterios, se realiza en pequeñas dosis en cada capítulo.
En ocasiones puede recordarnos a It, obra archiconocida de Sthephen king, sin embargo no existe similitud alguna.
El desenlace es completamente una sorpresa y aunque pueda parecer extraño es sorprendente y creíble.
Podríamos decir que destacaba entre otros muchos, en el expositor de este género.
Es algo sencilla, pero efectiva: ¿se trataba de un asesino que jugaba al famoso juego del ahorcado, con las víctimas? ¿Acaso eran las pistas para atraparlo?
Tras leer las sinopsis, decidí sumergirme en él, indudablemente tenía algo especial.
No solo las buenas críticas que leí, que fueron las que terminaron por animarme, sino que también estaba la necesidad o las ganas de conocer algún autor novel, que se arriesgara con un género tan en boga actualmente y por lo tanto tan difícil de manejar, con el objetivo de conseguir sorprendernos con algo nuevo. Era todo un reto.
Pues una vez leído, puedo decir una cosa: me ha sorprendido gratamente.
C.J. Tudor consigue con una trama aparentemente sencilla y una introducción misteriosa, mantener al lector atrapado, intentando dilucidar cuál será el siguiente paso, en una cadena de sucesos narrado a dos tiempos, presente y pasado.
Por un lado tenemos lo que sucedió hace 30 años, y por otro, los sucesos de la actualidad; que poco a poco se van mostrando al lector, hasta confluir en un final algo diferente a lo esperado.
Los personajes, los protagonistas de esta historia, van mostrando su vida desde el principio, la de unos niños que se encuentran inmersos en un misterioso asesinato y atrapados en varias situaciones que nos pueden parecer inconexas, aparentemente entre sí, y que provocan diversas sensaciones al lector.
Cada niño con su difícil situación, nos genera un reacción distinta; es una especie de paleta de sentidos, va desde el cariño al desagrado, lo curioso es que en su versión adulta, cuando rondan los cuarenta los vemos distintos, aunque con un carácter que indudablemente fue sembrado de niños, y que es la base de su comportamiento en ocasiones dispares.
El autor con un constante cambio entre el pasado y el presente nos empuja a esperar esos cambios, porque buscamos que exista una relación entre el pasado y el presente, y que los crímenes antiguos, sean origen de los actuales.
La narrativa es fluida; la ambientación casi perfecta; y la intriga se mantiene casi constantemente, puesto que la solución a la mayoría de los misterios, se realiza en pequeñas dosis en cada capítulo.
En ocasiones puede recordarnos a It, obra archiconocida de Sthephen king, sin embargo no existe similitud alguna.
El desenlace es completamente una sorpresa y aunque pueda parecer extraño es sorprendente y creíble.
Me apetece muchísimo leer este libro, así que no descarto hacerlo en breve...
ResponderEliminarBesazos.
¡Hola! La verdad es que por lo que cuentas apetece mucho leerlo
ResponderEliminarBesos