Sinopsis
Madrid, 1903. Bruno Moreto se enfrenta a una gran encrucijada. Su tutor, Ernesto Olmedo, médico forense, asesor de la policía y propietario de una funeraria, ha muerto en extrañas circunstancias. Todo apunta a un suicidio. Su muerte deja un negocio hipotecado, con deudas que comprometen gravemente el futuro de Bruno.
El hermano del difunto, Hugo Bonaventura, un conde italiano con fama de vividor, llega a Madrid para hacerse cargo de la situación, pero los acontecimientos darán un giro inesperado. Bruno y Bonaventura se verán inmersos en la investigación de varios asesinatos rituales de niñas, cuyas raíces se sumergen en el pasado más oscuro de Olmedo. Ambos, pese a sus diferencias iniciales, tendrán que aliarse para destapar un misterio que ha dormido agazapado tras décadas de silencio.
El hermano del difunto, Hugo Bonaventura, un conde italiano con fama de vividor, llega a Madrid para hacerse cargo de la situación, pero los acontecimientos darán un giro inesperado. Bruno y Bonaventura se verán inmersos en la investigación de varios asesinatos rituales de niñas, cuyas raíces se sumergen en el pasado más oscuro de Olmedo. Ambos, pese a sus diferencias iniciales, tendrán que aliarse para destapar un misterio que ha dormido agazapado tras décadas de silencio.
Reseña
La historia consta de un narrador omnisciente, que nos guía en un relato lleno de suspense, de intriga, que guía a los personajes, y por ende a nosotros, por diversas tramas, bien llevadas, que confluyen al final en un desenlace sorprendente.
Escrito con una prosa sencilla, directa al lector, esta ficción con tintes históricos, está ambientada a finales de siglo XIX. Posee una descripción minuciosa de los escenarios de un Madrid, que se tomaba como referencia de ciudad moderna en ese tiempo, trasladando al lector a esos ambientes selectos de la aristocracia madrileña, y también de la pobreza de los más sencillos, en sus barriadas y arrabales.
A lo largo de la narración nos encontramos con pinceladas de distintos géneros, que encontramos principalmente en la novela victoriana de la época, el romanticismo, los cuentos policiacos y de terror tan en boga en ese periodo literario, y aunque parezca que tan diversos estilos, no son compatibles entre sí, la autora, lo combina de tal forma, que ninguno de ellos destaca sobre otro, lo cual es meritorio.
Los personajes definidos a lo largo de la historia, tienen sus propias características, sus propios fantasmas y vivencias, y en general me han gustado, puesto que no se hacen pesados, son dinámicos, tienen en suma personalidad, complementándose en sus relaciones. Tal vez, me hubiera gustado, que estuvieran un poco menos estereotipados, pero tal como están, aportan los ingredientes necesarios, a la narración.
Pero no todo son parabienes en esta opinión, también me he sentido un poco defraudado, esperaba encontrar un Madrid más descrito, más vívido, una historia más en consonancia con el carácter español, ya que, en ocasiones, no sabía si estaba leyendo una escena en la Capital o de repente me encontraba en un salón londinense, con personajes típicos de la novela inglesa.
Pero este es realmente, el único defecto que encuentro, el libro, es entretenido, se lee sin dificultad, y en ningún momento decae el interés por leerlo (claro que esto lo dejo a la opinión de los futuros lectores).
Escrito con una prosa sencilla, directa al lector, esta ficción con tintes históricos, está ambientada a finales de siglo XIX. Posee una descripción minuciosa de los escenarios de un Madrid, que se tomaba como referencia de ciudad moderna en ese tiempo, trasladando al lector a esos ambientes selectos de la aristocracia madrileña, y también de la pobreza de los más sencillos, en sus barriadas y arrabales.
A lo largo de la narración nos encontramos con pinceladas de distintos géneros, que encontramos principalmente en la novela victoriana de la época, el romanticismo, los cuentos policiacos y de terror tan en boga en ese periodo literario, y aunque parezca que tan diversos estilos, no son compatibles entre sí, la autora, lo combina de tal forma, que ninguno de ellos destaca sobre otro, lo cual es meritorio.
Los personajes definidos a lo largo de la historia, tienen sus propias características, sus propios fantasmas y vivencias, y en general me han gustado, puesto que no se hacen pesados, son dinámicos, tienen en suma personalidad, complementándose en sus relaciones. Tal vez, me hubiera gustado, que estuvieran un poco menos estereotipados, pero tal como están, aportan los ingredientes necesarios, a la narración.
Pero no todo son parabienes en esta opinión, también me he sentido un poco defraudado, esperaba encontrar un Madrid más descrito, más vívido, una historia más en consonancia con el carácter español, ya que, en ocasiones, no sabía si estaba leyendo una escena en la Capital o de repente me encontraba en un salón londinense, con personajes típicos de la novela inglesa.
Pero este es realmente, el único defecto que encuentro, el libro, es entretenido, se lee sin dificultad, y en ningún momento decae el interés por leerlo (claro que esto lo dejo a la opinión de los futuros lectores).
Si yo fuera este libro, me gustaría recorrer el Madrid descrito por la autora.
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