España, 1861. Tras un cuarto de siglo como policía, José María Benítez, al frente de la comisaría de La Latina, ve al alcance de su mano el prestigioso puesto de inspector jefe de Madrid. Sin embargo, sus ambiciones personales quedan relegadas cuando en la casa de los Ribalter, una adinerada familia de su distrito, aparece muerta una criada. El crimen, que en un principio parece explicarse por un móvil económico, se complica cuando, en el transcurso de la investigación, comienzan a aflorar secretos familiares que vienen de muy lejos, de la isla de Cuba, donde el señor Ribalter amasó su fortuna.
Mientras José María Benítez y Ortega, su nuevo ayudante, un joven abogado malagueño sin experiencia policial, tratan de esclarecer este caso, que se complica a pasos agigantados, Madrid vive expectante la inminente apertura de Cortes. La ilusión de unidad con la que se ha combatido al imperio marroquí se ha desvanecido y en la Unión Liberal, liderada por el general O’Donnell, comienzan a sonar las primeras voces disidentes a raíz de la conducta del Gobierno con los campesinos andaluces condenados por la sublevación de Loja.
Benítez tendrá que enfrentarse a sus demonios personales y poner a prueba su integridad ante la cara más miserable del poder.
Mientras José María Benítez y Ortega, su nuevo ayudante, un joven abogado malagueño sin experiencia policial, tratan de esclarecer este caso, que se complica a pasos agigantados, Madrid vive expectante la inminente apertura de Cortes. La ilusión de unidad con la que se ha combatido al imperio marroquí se ha desvanecido y en la Unión Liberal, liderada por el general O’Donnell, comienzan a sonar las primeras voces disidentes a raíz de la conducta del Gobierno con los campesinos andaluces condenados por la sublevación de Loja.
Benítez tendrá que enfrentarse a sus demonios personales y poner a prueba su integridad ante la cara más miserable del poder.
Reseña
Con una cuidadísima puesta en escena, y un magnífico buen hacer; esta ópera prima de Javier Alonso García-Pozuelo, nos adentra en un misterio policíaco, con un trasfondo histórico poco conocido, por la mayoría de los españoles.
Los personajes, están descritos magníficamente, desde el primero al último; cada uno de ellos, posee una personalidad independiente, un lenguaje propio y un comportamiento exacto a cómo te los puedes imaginar, dado el entorno social, político y económico de la época donde el autor desarrolla la novela.
La reacción de cada protagonista, la jerga e incluso el atuendo de los personajes, en cada momento, lugar y escena, están descritos de tal manera, que te sientes no ya un mero lector, sino un espectador dentro de la novela.
En el transcurso de la novela, visitamos el Madrid de mediados del siglo XIX, sus calles, sus figones e incluso, nos vemos en lo que serían las oficinas de los ministerios, comisarías y departamentos de la administración, a la par que visitamos las casas de las gentes humildes y la burguesía más pudiente de la época, describiendo en cada caso las penas o alegrías que las motivaban a seguir día a día.
Nos encontramos también, una crítica a una sociedad, ya convulsa de por sí, en crisis políticas y económicas por las guerras colonialistas, pero que mantenía la ilusión de estabilidad, donde los que estaban en el poder, intentaban no ser sustituidos utilizando si era necesario a la prensa, o a los cuerpos de seguridad a su favor.
Vemos como las influencias, los secretos, la manipulación de los políticos y las clases pudientes, alcanzaba límites insospechados dentro de la administración, donde los cargos se ‘compraban’, mediante favores de dudosa procedencia o directamente mediante dinero.
El escritor abarca diversos ámbitos culturales, la gastronomía juega desde el principio un papel importante y son de agradecer además que se citen obras de diversos literatos de la época, sobre todo españoles y no se olvide tampoco, de narrar cual era el papel de las mujeres de la época, simples ‘artículos’ supeditados al hombre, sin voz, ni voto.
Este es un libro ideal para su lectura compartida en un taller literario, pues son muchos los elementos que pueden promover un debate.
Por otro lado, impulsó mi curiosidad por leer más de este periodo histórico de España, tan poco difundido.
Sólo encuentro un pequeño fallo en la lectura, y es que el uso formal del nombre, es decir nombre y apellidos, tal y como se usaban en la época, si bien da un aire de veracidad a la narración, me hacía difícil identificar en ocasiones al personaje cuando en otros apartados solo se le citaba por su apellido.
En resumidas cuentas... Una magnífica novela
Si yo fuera este libro, me gustaría encontrarme en el escritorio del Inspector Benítez, para así poderme enterar de todas sus aventuras, y averiguar si es capaz de finalizar la traducción de las aventuras de su homólogo Vidocq.
Los personajes, están descritos magníficamente, desde el primero al último; cada uno de ellos, posee una personalidad independiente, un lenguaje propio y un comportamiento exacto a cómo te los puedes imaginar, dado el entorno social, político y económico de la época donde el autor desarrolla la novela.
La reacción de cada protagonista, la jerga e incluso el atuendo de los personajes, en cada momento, lugar y escena, están descritos de tal manera, que te sientes no ya un mero lector, sino un espectador dentro de la novela.
En el transcurso de la novela, visitamos el Madrid de mediados del siglo XIX, sus calles, sus figones e incluso, nos vemos en lo que serían las oficinas de los ministerios, comisarías y departamentos de la administración, a la par que visitamos las casas de las gentes humildes y la burguesía más pudiente de la época, describiendo en cada caso las penas o alegrías que las motivaban a seguir día a día.
Nos encontramos también, una crítica a una sociedad, ya convulsa de por sí, en crisis políticas y económicas por las guerras colonialistas, pero que mantenía la ilusión de estabilidad, donde los que estaban en el poder, intentaban no ser sustituidos utilizando si era necesario a la prensa, o a los cuerpos de seguridad a su favor.
Vemos como las influencias, los secretos, la manipulación de los políticos y las clases pudientes, alcanzaba límites insospechados dentro de la administración, donde los cargos se ‘compraban’, mediante favores de dudosa procedencia o directamente mediante dinero.
El escritor abarca diversos ámbitos culturales, la gastronomía juega desde el principio un papel importante y son de agradecer además que se citen obras de diversos literatos de la época, sobre todo españoles y no se olvide tampoco, de narrar cual era el papel de las mujeres de la época, simples ‘artículos’ supeditados al hombre, sin voz, ni voto.
Este es un libro ideal para su lectura compartida en un taller literario, pues son muchos los elementos que pueden promover un debate.
Por otro lado, impulsó mi curiosidad por leer más de este periodo histórico de España, tan poco difundido.
Sólo encuentro un pequeño fallo en la lectura, y es que el uso formal del nombre, es decir nombre y apellidos, tal y como se usaban en la época, si bien da un aire de veracidad a la narración, me hacía difícil identificar en ocasiones al personaje cuando en otros apartados solo se le citaba por su apellido.
En resumidas cuentas... Una magnífica novela
Si yo fuera este libro, me gustaría encontrarme en el escritorio del Inspector Benítez, para así poderme enterar de todas sus aventuras, y averiguar si es capaz de finalizar la traducción de las aventuras de su homólogo Vidocq.
Pues ná, habrá que leerla ;-)
ResponderEliminarBesos.
¡Qué magnífica reseña! Es tan convincente que he apuntado el título en "lecturas para ya". Un cordial saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, por el comentario, me alegra que este libro salte puestos (subiendo) en las listas de leer 'primero'
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