lunes, 30 de octubre de 2017

La novela de la momia de Theophile Gautier


Sinopsis
Nacida en el contexto de la gran eclosión que experimentó en Francia y en el siglo xix la egiptología, LA NOVELA DE LA MOMIA destaca como una de las primeras novelas inspiradas en el Antiguo Egipto. 
El descubrimiento de una misteriosa tumba inviolada en el Valle de los Reyes es el suceso sobre el que THÉOPHILE GAUTIER (1811-1872) levanta la historia de una enigmática momia, que no es otra que bella Tahoser, hija del gran sacerdote Petamunoph. 
Este sugerente relato de amor y misterio, fuente de una rica corriente que llega hasta nuestros días tanto en la narrativa como en el cine, combina una vívida descripción del Egipto faraónico con la recreación imaginaria de los acontecimientos que precedieron a la huida del pueblo judío hacia la Tierra Prometida.

Reseña
Os traigo, una reseña para el reto Halloween junto al fuego, que nos propone Atalanta anualmente desde su blog.
Reto que consiste en un libro de tintes terroríficos, que hubiese sido llevado al cine, por lo que me incline por esta novela escrita en 1858, y conocido también como ‘el romance de la novia’ fue escrita por Theophile Gautier, un escritor precursor del movimiento parnasiano un movimiento postromántico de la segunda mitad del siglo XIX, y cuyo objetivo, es luchar contra el romanticismo de Victor Hugo y otros autores de la época, buscando el alejarse del realismo literario.
Promulgaban distanciar los propios sentimientos de la novela y argumentos que tuvieran que ver con el arte, temas sugerentes y bellos, exóticos y con una marcada preferencia por la antigüedad clásica, sobre todo griega y del lejano oriente.
Los defensores del parnasianismo, son muy cuidadosos con la forma, puesto que continente y contenido de la narración deben marchar conjuntas, defiende la belleza e incluso llega en ocasiones a la pedantería. Otras características a destacar seria: el pesimismo, el desprecio por la emoción poética y la búsqueda de la impersonalidad, el distanciamiento y el rechazo del yo, que evitan en sus obras.


Podríamos considerar esta obra, como parte fundamental de la literatura gótica, y muchas versiones cinematográficas se basan en este relato, con mayor o menor éxito.
Esta novela corta, nace en una época en la que se respiraba una ‘locura’ por todos los temas relacionados con la egiptología y el mundo oriental, ya que la arqueología, y sobre todo el descubrimiento de la piedra roseta y su traducción, eran un tema en boga en todas las fiestas y ‘soires’.

Volviendo a la novela, podemos decir que la descripción de lo exótico, extremadamente detallista y usando la tercera persona en su mayor parte, llega a ser asfixiante.
Este libro es un clásico, dentro del género de terror, pero, sin embargo, la momia, ese monstruo, no es el favorito de las masas, tiene contrincantes más atrayentes: Frankenstein y su trasfondo humano y su búsqueda del espíritu humano; Drácula, el inmortal que busca su amor perdido, viviendo siempre en la oscuridad, Licantropos maldecidos e incluso los muertos vivientes, esos zombis hambrientos de cerebros y que hacen subir la adrenalina a millones de espectadores últimamente.

La momia es un disfraz fácil de hacer y tal vez por ellos todos hemos usado rollos de papel o vendas para disfrazarnos, pero no es un ser que nos persigue, con sed de sangre, solo es alguien fuerte, con un halo misterioso, que nos aparta a un lado, si nos interponemos en su camino, un objetivo sencillo: poder reunirse con su amada, renacida miles de años después, para decirle algo especial.


Este libro está lleno de largas descripciones obsesivamente detalladas (si pudiera, contaría hasta cuantos hilos tienen las cortinas de palacio y de qué color son las plumas de cada pájaro), es un relato de amores no correspondidos, y si nos fijamos es una especie de serial televisivo, que aparte de utilizar metaliteratura para transportarnos de tiempo (desde finales del XIX, hasta la época de las plagas de Egipto), no aporta ningún misterio, no da miedo, no hay magia, ni casas encantadas (ni siquiera pirámides laberínticas), solo sentimientos, amor, celos, ambición, deseo…


El argumento es fácil de seguir, los personajes son simples, totalmente estereotipados y descritos tal como nos los veríamos en su época.
Se nota la influencia de la época, la mitomanía sobre los faraones, los grandes descubrimientos de la época, ayudaron a ello y las imprecisiones históricas a causa de un movimiento romántico que idealizaba y fantaseaba con las relaciones humanas son patentes. Tal vez ese sea el mayor problema al leerlo, nosotros como lectores, estamos acostumbrados a otro tipo de descripciones, a otro ritmo e incluso a otro estilo literario.


El final del libro abrupto y la moraleja si la hubiera es completamente fuera de toda lógica moderna. Es un libro para recordar que hay muchos estilos y formas de narrar una historia.


Si yo fuera este libro, me buscaría un buen embalsamador, que me permitiera durar tanto como este clásico.

lunes, 16 de octubre de 2017

Anne Capestan 02. Aviso de muerte de Sophie Henaff


Sinopsis
Lejos de haber alcanzado la gloria tras la brillante e inesperada resolución de su primer caso, Capestan y su estrafalaria brigada son vistos como traidores por el resto de sus colegas. Siguen relegados en el rincón más oscuro de la policía judicial y matan el tiempo decorando el árbol de Navidad o jugando al billar. Solo Anne mantiene la fe en su valía. Aun así, habría preferido evitar la investigación que le han asignado: el asesinato del comisario Serge Rufus, padre de su exmarido Paul. Capestan siempre odió a su suegro, pero todavía no ha sido capaz de olvidar al hijo. Mientras tanto, un hombre en Provenza descubre su nombre en un monumento a los caídos, perturbadora premonición que se cumplirá de inmediato y que hará que la brigada deje París para investigar unas muertes extrañamente anunciadas.

Reseña
Continúan las aventuras de este equipo tan especial y desde el principio la autora vuelve a atraparnos en una trama absorbente.

Nos encontramos el mismo estilo literario, divertido, entretenido y con una especial forma de desarrollar los hechos narrados.
Un buen libro policíaco, no tiene por qué estar inundado de escenas truculentas, ni desarrollar largos diálogos y/o complejas descripciones de los hechos; tampoco sus protagonistas han de ser especialmente melodramáticos y ajustarse a unos cánones determinados de personajes, como Sherlock Holmes, Hercules Poirot y/o Miss Marple,  (sobre ellos ya hay demasiados libros escritos).
Shophie Henaff mezcla de una manera especial un conjunto de personajes un tanto peculiares, dándoles a cada uno de ellos un toque individual de extravagancia, siendo en conjunto a su manera especiales; además consigue entramar sus vidas ficticias y crea una brigada policial que al lector se le hace cercana e incluso se le llega a tomar afecto.

Al igual que en el libro anterior, no falta humor, pero la escritora no olvida que la esencia de este libro es la novela policíaca y también ahí tiene acierto.

El misterio, el desarrollo de la novela, con sus giros y sus cortos capítulos, se hace amena, nos mantiene pendientes de cada capítulo, e iremos intentando adelantarnos al final y obtener nosotros mismos la solución de los crímenes.
La novela tiene un final concluso, especial y curioso pues también ahí, la autora pone algo diferente para sorprender al lector, ya que resuelve además pequeños detalles que surgen durante la lectura y provocan intriga, y eso que esos detalles están lejos del centro de esta novela policíaca.

Si yo fuera este libro, me pondría en manos de cada uno de sus personajes protagonistas, para sentirme como de su ‘familia’.