domingo, 22 de abril de 2018

Asesinato en el laberinto de J. J. Connington


Sinopsis
La finca de Whistlefield es famosa no solo por su belleza, sino también por el laberinto vegetal que diseñaron sus primeros propietarios. El recorrido, delimitado por altos setos que se entrecruzan en caminos sin salida o que regresan al punto de partida, conduce a dos centros distintos en los que un cómodo banco recompensa a quienes logran alcanzar la meta. Y es allí donde, en una calurosa tarde de verano, aparecen los cuerpos sin vida de Roger Shandon —el dueño de la heredad— y de Neville —su hermano gemelo y conocido abogado—, ambos asesinados con la misma arma: un dardo impregnado de curare. Dado que todos los miembros de la familia, los únicos capaces de orientarse en el laberinto, parecen tener una sólida coartada, serán necesarias una mirada aguda y una inquebrantable profesionalidad para averiguar quién ha cometido el extraño doble crimen. Cualidades que, inteligentemente disimuladas bajo una apariencia anodina, el jefe de policía Sir Clinton Driffield posee en extraordinaria medida.

Reseña
J. J. CONNINGTON (Glasgow, 1880-1947) es el seudónimo de Alfred Walter Stewart. Fue profesor e investigador químico en diversas universidades y sus novelas, (unas 70), fueron admiradas por algunos de sus más ilustres contemporáneos, como Dorothy L. Sayers o John Dickson Carr.
Después de esta pequeña introducción podemos hacernos a la idea de que existe una gran cantidad de autores desconocidos, tal vez por poca difusión o por ser actualmente considerados caducos. 
Sin embargo no está de más, leer algunas de esas novelas olvidadas para encontrar párrafos como la siguiente:
- Lo que falla en tu manera de ver este asunto, Escudero, es que pretendes tratar un crimen real como si hubiese salido de una novela de detectives. En un relato detectivesco, te lo encuentras todo bien tamizado, -el autor solo expone las cosas que son relevante para la historia. Si no seleccionase su material, el libro sería demasiado largo y nadie tendría la paciencia de esforzarse en terminarlo. El resultado es que las pistas importantes se van lanzando como si estuviesen bajo un foco, siempre que el lector tenga algo de inteligencia.- Hizo una pausa para encenderse un cigarro antes de continuar-; En la vida real, esas simplificaciones no están en absoluto. Lo que te encuentras es una masa de cosas que te lanzan a la cabeza a modo de evidencias, y al final nueve de cada diez resultan ser por completo irrelevantes.
Desde mi punto de vista todo un análisis sobre la forma de escribir una novela policíaca.Y es que este autor, fue uno de los primeros escritores del género que aplicó lo que se ha denominado como el método científico, a la resolución de los diversos crímenes de sus novelas.
En esta obra el protagonista, Sir Clinton Driffield es una especie de Sherlock Holmes, pero cuyo mayor interés es pasar completamente desapercibido, y acompañado de un inspector de policía que hará el papel de Watson, al que Clinton se refiere en la mayor parte de la novela como 'Escudero', va desentramando el motivo, causa y desenlace de la novela.

Novela que tenemos que ubicar en el tiempo y lugar adecuados, pues se puede destacar que los personajes tienen una patina victoriana, de la cual no pueden desprenderse.
La trama es magnífica, es compleja, está bien estructurada y desde luego es muy original, todos los personajes tienen un aire de aristocrática decadencia, incluso el servicio y los criados tienen ese aire.

La intriga no decae, una novela al estilo de las novelas de Doyle, pero un poco más modernizada y desde luego, con un ambiente de principios del siglo XX, muy bien descrito. 
Un crimen de los denominados 'Misterios del cuarto cerrado', con un final sorprendente y que espero que os descubra una forma distinta de ver la honradez de un caballero recto y victoriano.

Si yo fuera este libro, me gustaría que me leyeran en cada uno de los centros del laberinto, en una fresca mañana de verano.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Seguro que te gusta, es del estilo de esos que disfrutamos en las lecturas conjuntas... da mucho juego el intentar averiguar el porqué, el cómo y el quién.
      Gracias por pasarte a comentar.

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